El asiento junto a la ventana en los aviones es un lugar codiciado. Los niños lo piden, los entusiastas de las fotografías se sienten atraídos por él. Y algunos simplemente no podemos dejar de mirar por la ventana. Las estadísticas muestran que los pasajeros que prefieren este asiento en un avión disfrutan mucho más de su viaje. Algunos de los codiciados asientos junto a la ventana ahora son un premio, y eso podría cambiar la forma en la que nos sentimos respecto a ellos. Además, admitámoslo, todas las fotos que tomamos a través de la ventana de un avión indican que amamos estos asientos. ¿A qué se debe todo ese amor? Claro, las impactantes vistas a 9,144 metros de altura son geniales. Pero para algunos viajeros hay algo mucho más profundo que eso. ¿Puedes analizar la personalidad de un viajero dependiendo del asiento que prefiera en un avión? Claro que no. Pero hagámoslo de todas maneras. El viajero de pasillo Primero analicemos a los que prefieren sentarse del lado del pasillo: olvídense de la vista, estos sujetos sólo piensan en negocios. “Las personas que prefieren el asiento del pasillo buscan terminar su trabajo”, dijo Courtney Scott una Blogera de viajes famosa. Desean un acceso rápido a la puerta de la cabina o al baño. Y para tener ese acceso están dispuestos a enfrentar las colisiones con los sobrecargos con el ir y venir de los carritos de comida. Quienes prefieren el asiento del pasillo frecuentemente se sacrifican al estarse levantando constantemente y poner sus mesitas plegables en su posición vertical para darles el paso a los pasajeros que viajan en la ventanilla o en medio. Los románticos de las ventanillas Sentarse junto a la ventana no solo se trata de la vista (o de tener un soporte en el cual apoyarse).
El asiento junto a la ventana en los aviones es un lugar codiciado. Los niños lo piden, los entusiastas de las fotografías se sienten atraídos por él. Y algunos simplemente